UN BOSQUE QUE AÚN HABLA
El Bosque seco el Cañoncillo
es sin duda alguna el único bosque emblemático con estas características en la zona del valle Jequeteepque parte baja, donde
los algarrobos conjuntamente con las lagunas, han dado una vista panorámica de
excelentes posibilidades para el turismo, este ecosistema de bosque actualmente
atraviesa por sus peores momentos donde el algarrobo ya no se regenera debido a
la escases de algarroba, la vaina, chaucha o semilla indispensable para su
regeneración natural, la gran cantidad existente en un 40% de plantas enfermas
es sin duda preocupante; las razones son simples de explicar, pero la causa
fundamental es que la tala indiscriminada a generado al proliferación de
agentes dañinos, como los denominados hongos; los cambios de temperatura a
razón de esta tala, permite la incidencia mayor de plagas, la fragilidad del
bosque se hace notoria, la pérdida de la flor del algarrobo y la no
polinización por los insectos no permiten la presencia de la algarroba,
alimento no sólo de ganado.
Los reptiles, las aves disminuyen,
los censos a través de monitoreo tanto en las lagunas como zonas de
nidificación así lo corroboran. La incidencia de turistas es mayor a razón de la
promocionada Ruta Moche a Cañoncillo. El bosque no cuenta hasta la fecha de un Plan
Maestro en sí, y una zonificación ecológica que esté a la necesidad del bosque;
existe mucho palabreo y poca acción por parte de una universidad ex católica
del Perú. Hay que puntualizar que el bosque no sólo se maneja con dinero, y
proyectos sino el factor humano es preponderante, por esta razón fuimos a ver a
los guardaparques y entregarles por el
momento 2 cilindros para que allí se arroje los desperdicios debidamente
seleccionados ya sí educar a los visitantes. En esta visita nos acompañaron y
colocaron movilidad y combustible la Ronda Campesina Los Tigres de Portada de
la Sierra, representados por su presidente Sr. Alejandro Medina, el estudiante
Jair Vásquez Alvarado y mi persona Danny Roy Abanto Cachy. Nos recibieron
Roberto Ñontol y el Sr. Ricardo. Esperamos que los cilindros sean bien utilizados
y poco a poco se logre la donación de dos cilindros más, así contribuiremos en
parte a salvaguardar el bosque, y las diversas especies de aves, no sólo
permanentes, migratorias, sino las endémicas, así como a los zorros, iguana, y
cañanes. Si puedes donar un cilindro sólo avísanos para recogerlo y llevarlo
este bosque que aún habla, pero que aún está
enfermo, curemos al Bosque seco el Cañoncillo con nuestras buenas acciones y amor,
como Jair, quien estudiará en Cajamarca mecánica de mantenimiento. Agradezco al
estudiante Danny Narro Vásquez y a los estudiantes Juan Carlos Contreras
y Junior por donar los dos cilindros. Los stíkers son mi obsequio, que en
parte apoyaron unos estudiantes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario